miércoles, 19 de octubre de 2011

Porque muchas veces uno más uno suma menos de dos.

En variados momentos de nuestra vida creemos que todo el mundo está sobre nuestros hombros, muchas veces sentimos que no podemos llevar todo, que alguien confabula en nuestra contra y arruina nuestro caminar.
En aquellos momentos en que todo parece más grande de lo que realmente es, es cuando deberíamos escuchar a ese alguien que va a nuestro lado y nos dice que todo estará bien, que aunque sea difícil lograrás salir adelante, porque si señores, siempre hay alguien rondandonos; para aquellos que dicen que uno nace y muere solo, puede que tengan razón, pero si bien naces solo, no puedes tampoco hacerlo sin ayuda querido narciso y tu cajón nunca se enterrará solo... de hecho tampoco entraste solo en él.
Sí, realmente uno no está solo, y en aquellos momentos en que el mundo entero te queda grande, es cuando debes mirar a tu alrededor, buscando a quienes están dispuestos a llevar contigo parte de tu peso, porque no te llevarán a ti, te ayudarán, y tu a ellos, y verás que así tu peso y el de quien va a tu lado no es dos, sino que mucho menos, porque uno más uno a veces es menos...

viernes, 30 de septiembre de 2011

Ya lo verás... nunca la veré

Ya lo verás, algún día me necesitarás
Nunca lo veré, esto que deseo nunca lo tendré
Ya lo verás, el que te escucha es quien te quiere abrazar
Nunca lo veré, solo quieres conmigo estar
Ya lo verás, de aquello que sientes nunca me voy a percatar
        Nunca lo veré, porque no quiero ver

Hoy en la micro había pensado un tema que quería escribir en el blog, pero lo olvidé.

martes, 19 de julio de 2011

Las preguntas sin resolver

Hay millones de temas que no entiendo en estos momentos, en todo sentido de la palabra, desde ideas de asignaturas del colegio, pasando por la Universidad, sucesos, hasta investigaciones que ni siquiera se que se están llevando a cabo.
Hay infinidad de tópicos que no entendemos, y otros tantos más que nunca llegaremos a comprender, pero personalmente creo que eso es lo entretenido de todo. Aunque también tiene un límite, acepto que el no entender nunca sumatoria en el colegio fue de simple despreocupación, asumo que las teorías cognitivas simplemente las memoricé... pero lo que nunca voy a entender es aquel momento en que eres odiado indirectamente con toda la furia que existe, pero que tampoco es para ti, es el momento en que tienes una mujer (diré cercana, ya que puede ser amiga, pareja, incluso la madre) e insisto, eres el centro y foco de todo odio, pero ese odio no es para ti, sino que para el mundo... lamentablemente estás en el camino entre esa fuente de rencor y el resto del mundo.
Ese increíble universo que esconde el cerebro de una mujer, realmente eso es lo que nunca lograré entender, esa capacidad de hacer sentir mal a la mejor de las personas (acá no diré hombre, para que no me tilden de sexista) con solo un par de palabras magistralmente elaboradas, unidas y dirigidas.
Puede que esto parezca hasta el escrito de un completo resentido, y hasta puede que lo sea, pero insisto es y por lo menos hasta ahora será un universo completamente desconocido para mi...

domingo, 29 de mayo de 2011

VIDA DEBERÍA SER AL REVÉS


Se debería empezar muriendo y así ese trauma quedaría superado.

Luego te despiertas en un Hogar de ancianos mejorando día a día.

Después te echan de la Residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión.

Luego, en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro.

Trabajas 40 años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral.

Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo, no tienes problemas graves y te preparas para empezar a estudiar.

Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé.

Y los últimos 9 meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central, roomservice, etc. etc..

Y al final... ¡Abandonas este mundo en un orgasmo!

QUINO

martes, 3 de mayo de 2011

Memorias


Al llegar a su escuela el niño haya que el edificio escolar se ha quemado la noche anterior, consternado se mueve por los restos de los pasillos del que fue su lugar de juegos; por más que lo desea no encuentra los rincones donde compartía risas. Recorre incansablemente, camina por sobre las cenizas sin que nadie se preocupe por él, ignorando su presencia.

El niño busca entre los restos un cuaderno, busca entre la madera, ahora apagada, el lápiz que había dejado en el colegio, espera que lleguen sus amigos a buscar lo mismo que el busca, pero solo ve llegar niños que él no reconoce, y que lo ignoran, como si no lo viesen, como si no existiera.

La tarde cae y aún no ve algún conocido, aun no reconoce algún rostro, aun no se da cuenta que nunca encontrará su lápiz olvidado, aun no se percata que no pasea por cenizas, aun no se da cuenta que quizás los niños que ve son los nietos de sus amigos, aun no nota que él nunca salió del colegio.

domingo, 24 de abril de 2011

Una palabra, el mundo

A veces esperamos sucesos que sabemos no ocurrirán, algunos llaman a esto tener un sueño, otros simplemente piensan en esto como irrealizables, pero no se si lamentable o admirablemente yo los considero un sueño, pero más que sueños para mi son eventos que deseo sucedan, incluso me llego a convencer que lo harán, a veces esto puede ser una gran forma de ser un optimista, tener una mentalidad positiva, siempre siguiendo metas, que no serán nunca imposibles. Es también la peor de las formas de desesperación, nunca aceptarás que algo no sucederá, nunca aceptarás que realmente es un imposible y te revuelcas en tu propia desgracia.

jueves, 7 de abril de 2011

Aquellos juegos, aquellos amigos, aquella historia

No, la verdad no me gusta contarla, pero es el tema más recurrente en una conversación como esta, si hombre, pero dile a este que no pregunte, salió tres… toma… pero si acabamos de empezar, sirve bien… ya ahí… de verdad, no me gusta, aunque ahora si hablamos, ya ha pasado arto tiempo… me toca, ¿les conté de la maniobra de galán que terminó de pañuelo de lágrimas?, ¡si se!, pero es porque tú te sabes todas mis historias, no es mi culpa, pero el pokemón no, y te aseguro que ya sabemos que va a decir, jajajajaja, eso mismo… ya sacaste esa carta, dala vuelta. Viste, por sopa te vuelve a tocar.

Estaba lloviendo bastante fuerte, eran cerca de las 7 de la tarde, ya parecía noche, la verdad ya no recuerdo que es lo que tenía en mente, a lo mejor es por lo que me está pasando ahora, pero esa es otra historia, y esa sí que no la quiero contar, iba saliendo de Baquedano, siempre me ha gustado mirar a la gente que está a mi alrededor, me pregunta cosas ridículas, como que harían si pudiesen leerme la mente, la mayoría de las personas tenía paraguas, algo inédito que atinaran al clima, pero los incrédulos de siempre no pueden faltar, de hecho era una incrédula, íbamos al mismo paradero, no me costaba ofrecerle un poco de protección para la lluvia, bueno resultó que vivía cerca de mi casa, así que no solo caminamos juntos al paradero, hicimos un viaje entero conversando, ella, bueno muy agradable y acababan de terminar una relación con ella; casi se puso a llorar, creo que acá fue la primera vez que recordé aquel cuento que leí hace años. El joven que decía tener el corazón más bello, porque este no tenía ninguna herida y estaba completo; pero un anciano le enseñó que un corazón verdaderamente bello es aquel que tiene heridas, que está incompleto, porque no tuvo miedo de entregar una parte del propio a otro, si con esto casi llora…

¡Ya, para con mi historia, si la voy a contar!, pero volvió a salir regla, ¿seguro?, ya desde ahora… pero sigamos, y como les decía, estaba lloviendo bastante fuerte…