domingo, 24 de abril de 2011

Una palabra, el mundo

A veces esperamos sucesos que sabemos no ocurrirán, algunos llaman a esto tener un sueño, otros simplemente piensan en esto como irrealizables, pero no se si lamentable o admirablemente yo los considero un sueño, pero más que sueños para mi son eventos que deseo sucedan, incluso me llego a convencer que lo harán, a veces esto puede ser una gran forma de ser un optimista, tener una mentalidad positiva, siempre siguiendo metas, que no serán nunca imposibles. Es también la peor de las formas de desesperación, nunca aceptarás que algo no sucederá, nunca aceptarás que realmente es un imposible y te revuelcas en tu propia desgracia.

jueves, 7 de abril de 2011

Aquellos juegos, aquellos amigos, aquella historia

No, la verdad no me gusta contarla, pero es el tema más recurrente en una conversación como esta, si hombre, pero dile a este que no pregunte, salió tres… toma… pero si acabamos de empezar, sirve bien… ya ahí… de verdad, no me gusta, aunque ahora si hablamos, ya ha pasado arto tiempo… me toca, ¿les conté de la maniobra de galán que terminó de pañuelo de lágrimas?, ¡si se!, pero es porque tú te sabes todas mis historias, no es mi culpa, pero el pokemón no, y te aseguro que ya sabemos que va a decir, jajajajaja, eso mismo… ya sacaste esa carta, dala vuelta. Viste, por sopa te vuelve a tocar.

Estaba lloviendo bastante fuerte, eran cerca de las 7 de la tarde, ya parecía noche, la verdad ya no recuerdo que es lo que tenía en mente, a lo mejor es por lo que me está pasando ahora, pero esa es otra historia, y esa sí que no la quiero contar, iba saliendo de Baquedano, siempre me ha gustado mirar a la gente que está a mi alrededor, me pregunta cosas ridículas, como que harían si pudiesen leerme la mente, la mayoría de las personas tenía paraguas, algo inédito que atinaran al clima, pero los incrédulos de siempre no pueden faltar, de hecho era una incrédula, íbamos al mismo paradero, no me costaba ofrecerle un poco de protección para la lluvia, bueno resultó que vivía cerca de mi casa, así que no solo caminamos juntos al paradero, hicimos un viaje entero conversando, ella, bueno muy agradable y acababan de terminar una relación con ella; casi se puso a llorar, creo que acá fue la primera vez que recordé aquel cuento que leí hace años. El joven que decía tener el corazón más bello, porque este no tenía ninguna herida y estaba completo; pero un anciano le enseñó que un corazón verdaderamente bello es aquel que tiene heridas, que está incompleto, porque no tuvo miedo de entregar una parte del propio a otro, si con esto casi llora…

¡Ya, para con mi historia, si la voy a contar!, pero volvió a salir regla, ¿seguro?, ya desde ahora… pero sigamos, y como les decía, estaba lloviendo bastante fuerte…